Además, con la huelga de celo, los funcionarios quieren demostrar a la secretaría general de Asuntos Penitenciarios las carencias de personal y estructurales de la prisión pacense y han dado de plazo hasta el 16 de septiembre para iniciar otras movilizaciones más radicales.

Los sindicatos CSIF y UGT anunciaron, en una nota informativa, que mantendrán la acción reivindicativa y exigieron la presencia del secretario general de Asuntos Penitenciarios, Antonio Asunción, para que "conozca 'i situ' y no por fotografía" la situación de la prisión de Badajoz.

José María Clemente, de CSIF, declaró que Asunción considera el celular (celda de aislamiento) de Badajoz como "uno de los mejores", con lo que declaró no estar de acuerdo, porque se encuentra en medio de la prisión "y debe estar aislado".

En relación con la falta de personal, Clemente se preguntó qué va a pasar dentro de dos meses, cuando los funcionarios en prácticas sean trasladados, porque si se mantienen los 53 de plantilla tndrán que poner un letrero en la cárcel de "cerrado por vacaciones".

Los funcionarios también criticaron al subdirector de Seguridad del centro penitenciario, "por la ineficacia de sus decisiones". Según los sindicatos, éste ha instalado una señal de "prohibido aparcar" en la carretera de acceso a la prisión para prevenir que terroristas coloquen un coche bomba en este lugar.

Los funcionarios denunciaron, asimismo, que llevan dos meses sin agua potable, debido a la contaminación por nitratos de ls pozos que abastecen al centro penitenciario.

Por otra parte, el CSIF presentará mañana, viernes, una denuncia pública contra la sanción de 15 días de suspensión de empleo y sueldo aplicada a 5 funcionarios afiliados a este sindicato, que formaban parte de un grupo de 43 trabajadores que se quejó a la dirección del centro por la actitud de un jefe de servicio que no oyó sus protestas cuando les insultaban un grupo de presos.