El estudio apunta que el 55 por ciento de los pcientes atendidos por insomnio son mujeres, de una edad comprendida entre 35 y 50 años, casados y con una actividad rutinaria.

Por encima de los 65 años también predomina el sexo femenino, especialmente viudas con un modesto nivel de formación, que viven con su familia o en instituciones de acogida.

Los expertos reconocen que el 85 por ciento de los españoles que sufren trastornos del sueño no reciben nigún tratamiento, a pesar de que el 94 por ciento de estos problemas tiene un origen psiquiátrio.

La alimentación también puede ser la causa de un insomnio transitorio. La ingestión de alcohol, café, té y bebidas con cafeína suelen dificultar o retrasar la aparición del sueño.

También es causa de desvelo la deficiencia en la dieta de ciertas vitaminas, como la B1 y B6, y de ciertos minerales como el calcio, el magnesio, el cinc o el manganeso.

Una alimentación rica en grasas produce un factor somnogénico importante, aunque cuando se ingieren en la cena puede ser contraproducente.

La leche también incide en la aparición del sueño debido a la pequeñísima cantidad de opioides que contienen y que pueden inducir el sueño, especialmente caliente, ya que la temperatura favorece la absorción de estas sustancias.