"La nueva Ley del Tabaco pretende crear un ambiente de acusaciones entre compañeros de trabajo", dijo a Servimedia Garrido, para quien la normativa "nos va a convertir en el hazmerreír de Europa" porque es "contradictoria y absurda" al habilitar zonas de fumadores en los centros sanitarios y prohibirlas en los lugares de trabajo.

"La normativa no tiene ningún tipo de sentido común y no hay nadie que pueda defender el por qué se dice no a las salas de fumadores en las empresas", denunció, tras manifestar no entender a quién perjudicaría la existencia de estas salas. "Estamos ante un caso claro de una ley intransigente", añadió.

Según dijo, a un centro sanitario se acude de forma esporádica mientras que en una empresa se pasan ocho horas al día. "La ley no refleja para nada el sentir de la sociedad, de los sindicatos, que además se manifestaron en contra de esta ley", remachó.

Asimismo, se mostró sorprendido por el acuerdo entre el PSOE y el PP ayer en el Senado para mantener el veto total al tabaco en las empresas. "El PP siempre ha defendido las salas de fumadores en las comunidades autónomas donde gobierna", alegó Garrido, quien aseguró que el Plan de Prevención contra el Tabaquismo que aprobó la popular Ana Pastor cuando era ministra de Sanidad permitía esas salas.

"También nos sorprende Manuel Lamela (consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid), que criticó la ley hace unos días". "Resulta chocante que haya unas visiones tan distintas dentro de un partido", agregó.

Sin embargo, puesto que el texto enmendado requiere de su aprobación definitiva en el pleno de la Cámara Alta, declaró albergar todavía alguna esperanza de que haya cambios de última hora en favor de los fumadores, "ya que hay muchos senadores que están en contra de esta ley".

Por último, indicó que "nos ha dolido mucho que se haya dado la espalda a un colectivo de 10 millones de españoles". A su juicio, es una ley contra el fumador, no contra el tabaco.