En declaraciones a Servimedia, Marset dijo que la situación en Perú era insostenible, de "opereta", y atribuyó la dimisión de Fujimori a la presión norteamericana.

"Ahora se prepara la llamada de forma eufemística transición democrática con Alejandro Toledo, pero va a suponer una especie de mantenimiento de cotas mínimas de dmocraci en una situación social de enorme pobreza, en la que también va a ser casi imposible depurar responsabilidades por violación de derechos humanos que se han cometido en la etapa de Fujimori", explicó.

Añadió que "también va a ser difícil ver todo el conjunto de dinero que se ha sacado del país a cuentas particulares en bancos suizos y otro tipo de bancos y que supone el expolio al que estamos acostumbrados por parte de estos dictadores de poca monta que hay mantenidos por Norteamérica".

En su opiión, el Gobierno español debería haber tenido una actitud de mayor firmeza respecto a la situación de Perú y en este momento ha de favorecer la democracia, mientras que la Unión Europea tiene que hacer todo lo posible para poder ayudar a que se recupere la libertad no sólo en este país, sino en muchos otros de América Latina.

En cualquier caso, Marset recalcó que Alejandro Toledo es "la pieza que ha estado manejando siempre Norteamérica para poder neutralizar una posible o eventual exigencia de la pare más desfavorecida de la sociedad peruana por culpa de la dictadura de Fujimori". Esto, concluyó, es un ejemplo más del "baile de personajes que van de la mano de Norteamérica en tantos países de América Latina".