Cimadevila inició su intento alrededor de las 12,00 horas en la playa de Shakespeare, entre las localidades inglesas de Dover y Folkestone, y desistió de seguir nadando aproximadamente una hora después, cuando llevaba recorridas unas dos millas marinas.

Su entrenador, Miguel López, declaró a Servimedia que el piloto que asiste al nadador recomendó abandonar la aventura porque se avecinaba una "borrasca peligrosa a la que no se adaptaría y le pararía en el agua".

Poco después de subir a la embarcación de asistencia, Cimadevila explicó a esta agencia que se encontraba "fenomenal, mejor de lo que pensaba y con buenas vibraciones".

Sin embargo, añadió que "el piloto ha tomado esta decisión y tenemos que fiarnos de él porque es una persona muy honrada y lleva 30 años haciendo esto".

Cimadevila señaló que se aproximaba a una zona con "un oleaje de fuerza seis o siete (es decir, con vientos de unos 50 kilómetros por hora), que te llega a parar. Una cosa es la piscina, la ría de Pontevedra o la costa del Levante y otra cosa es esto, que es el Atlántico puro y duro".

El campeón paralímpico volverá a intentarlo mañana e iniciará la travesía aproximadamente a las once de la mañana (hora española) en la playa de Shakespeare. La hora de llegada está prevista alrededor de las cuatro de la madrugada, en Cap Gris Nez, a mitad de camino entre las localidades francesas de Calais y Boulogne.

Cimadevila llegó el pasado 31 de julio a Dover para lograr la hazaña de cruzar las frías aguas del Canal de la Mancha en el que está considerado como el Everest de la natación de larga distancia.

Nacido el 12 de diciembre de 1978, Cimadevila quedó parapléjico con cuatro años después de que un coche le atropellara junto a la puerta de su casa, en Pontevedra.