"Superlópez", que ganó fama de adiestrado ejecutivo en la multinacional norteamericana GM-Opel hasta que decididó dejar su vicepresidencia para fichar por la marca alemana e la que también está integrada la española Seat, viene a España para participar en un ciclo de conferencias sobre "El desafío industrial europeo" que organiza el diario económico "La Gaceta de los Negocios" y el Banco Central Hispano.

Una muestra de la espectación levantada por el directivo de la Volkswagen en España es la rueda de prensa multitudinaria prevista en el mismo aeropuerto de Madrid-Barajas, a la que han sido convocados más de cien medios de comunicación, según confirmaron a Servimedia poravoces de Seat.

Sin embargo, en el fondo del interés levantado por el ejecutivo vasco está su persistente esfuerzo por instalar una fábrica de coches con unas características que la convertirían, según los expertos, en una de las más modernas y rentables del sector automovilístico, y cuya ubicación final podría hacerse pública el mismo lunes.

El actual responsable de "optimización de la producción y compras" de Volkswagen dará cuenta en su encuentro con la prensa de su visión actual de la industra y de los primeros resultados de su gestión en la compañía, entre los que podría figurar un acuerdo para instalar la fábrica de coches en su localidad natal, Amorebieta (Vizcaya), un deseo que nunca ha ocultado el directivo de la empresa.

La propuesta del País Vasco, aceptada por los responsables técnicos de la empresa y pendiente de ser ratificada por la alta dirección de la compañía, es la que se llevaría finalmente "el gato al agua" de entre los múltiples proyectos remitidos al fabricante alemán pr varios ejecutivos autónomos con el ánimo de atraer la inversión de Volkswagen, cifrada en unos 70.000 millones de pesetas.

El proyecto vasco recoge el compromiso de un grupo de empresas y entidades financieras de fuerte implantación regional y nacional de invertir los 70.000 millones de pesetas que cuesta la nueva fábrica de coches, mientras que Volkswagen pagaría un canon y se comprometería a cmprar toda la producción durante diez años, al cabo de los cuales la firma automovilística se quedaría conla planta.

Las sociedades presentes en el consorcio vasco serían el banco Central Hispano, el Banco Bilbao Vizcaya (BBV), la Bilabo Bizcaia Kutxa (BBK), el grupo cooperativo Mondragón, el grupo industrial IDC-Candemac y el Gobierno vasco. La planta ocuparía 230.000 metros cuadrados, emplearía a unos 2.000 trabajadores con una producción de 750 coches diarios, unas 230.000 unidades al año.

La idea de Volkswagen con la fábrica es lograr una producción más eficaz que reduzca costes tradicionales, meiante la cercanía de los suministradores y técnicas avanzadas de fabricación que abatarían el producto por debajo de los costes de la industria del sector japonesa, considerada como la más barata.

En las futuras instalaciones se produciría un modelo intermedio entre el "Seat Ibiza" y el proyecto Volkswagen "Chicco", destinado al consumo popular, cuyo objetivo sería competir directamente con el "Twingo" de la Renault.