Ambas organizaciones denuncian en este estudio la existencia de prácticas abusivas por parte de fabricantes y distribuidores de informática en la atención postventa al cliente, n la que muchos dicen sentirse estafados.

Un 33 por ciento de las quejas recibidas en la asesoría jurídica de la FUCI tienen que ver con este tipo de prácticas. Así, una denuncia habitual contra los vendedores es incluir una cláusula en la que se dispone la pérdida de la garantía si se abre el equipo para añadir algún componente.

Esta exigencia, según el estudio, obliga al comprador a acudir nuevamente al establecimiento donde adquirió el equipo para hacer cambios, ampliar sus capacidades o simplmente actualizar los sistemas.

Este extremo, añaden, es aprovechado por los establecimientos para imponer precios abusivos tanto en los nuevos elementos que se incorporan, como en la mano de obra necesaria para el trabajo, que en muchos casos se realiza sin un presupuesto previo.

FUCI y ACUPI recomiendan a los usuarios que se informen bien de las condiciones de adquisición de equipos informáticos y de los servicios postventa que cubre la compra, y advierten seriamente de los riesgos que encierra a adquisición por correo, ya que es muy difícil encontrar luego un soporte técnico.

El segundo factor de protesta de los usuarios de informática es la ausencia de manuales (20%), mientras que los defectos y fallos en los productos alcanzan al 18% de las reclamaciones. La falta de una factura justificante de la compra (15%), la realización de actos de imitación (10%) o la desaparición de la empresa vendedora copan el resto de la reclamaciones.