Ramos, secretario de Estado de Administraciones Públicas en el primer Gobierno socialista presidido por Felipe González, explicó a los miembros del Comité Regional que el documento aprobado en noviembre de 1998 y quedio lugar a la creación del Comité Electoral de la FSM, en el que están representados todas las tendencias, decía "claramente que después de los comicios se produciría una reflexión".

A continuación, señaló que a él le contaron que "eso de reflexionar significaba claramente que se celebraría un congreso extraordinario que pusiese fin a las luchas internas y divisiones que ha sufrido la FSM en los últimos años", según los mismos interlocutores.

Tras afirmar que "parece ser que la palabra congreso xtraordinario se ha convertido en una palabra tabú para muchos de los que mandan en el socialismo madrileño", manifestó que un congreso extraordinario serviría para marcar la práctica política del socialismo madrileño de cara al futuro; "no sólo para las próximas elecciones municipales y autonómicas de dentro de cuatro años, sino también para los próximos comicios generales".

Ramos reprochó asimismo que no se haya abordado este tema por ninguno de los sectores mayoritarios de la FSM, guerristas y renoadores, porque, a su juicio, "se ha producido un intercambio de paz a cambio de cargos".

Las citadas fuentes señalaron que otros miembros del Comité Regional de la FSM intervinieron en el mismo sentido, entre ellos, José Quintana, alcalde socialista de Fuenlabrada.