En una iniciativa parlamentaria, a la que tuvo acceso Servimedia, Frutos explica que las fundaciones Cánovas del Castillo y Pablo Iglesias comparten programas y fondos provenientes a la ayuda al desarrollo en El Salvador, Guatemala y otros países de América Latina, dedicados a formar a personas en los mecanismos de la participación democrática y vida partidaria.

Esos programas, prosiue, tienen el precedente de los realizados por las fundaciones Ebert y Adenauer alemanas o algunas de Estados Unidos que se realizaban en nuestro país durante la transición.

En aquellos casos, asegura Frutos, todas las fundaciones de los partidos parlamentarios en sus países en esos momentos recibían proporcionalmente los fondos del Estado con los que realizaban sus programas.

"En el caso de nuestro país, los gobiernos han inducido a sólo dos fundaciones de los dos principales partidos a recibir ondos de programas dedicados a la ayuda al desarrollo de forma sectaria, excluyendo la difusión al exterior de como mínimo la pluralidad política existente y, en concreto, a Izquierda Unida. Esa política bipartidista sectaria no es democrática", concluye.

En consecuencia, Frutos ha formulado una pregunta para que el Ejecutivo le explique por escrito si tiene previsto ampliar a otras fundaciones el destino de fondos provenientes de los presupuestos generales del Estado para programas de participación plíticas o si, por el contrario, "va a seguir con pactos frentistas".