Según informaron a Servimedia fuentes de la compañía, el motivo de esta medida esla necesidad de mejorar la competitividad de sus productos ante la creciente recesión de las ventas que, desde 1992, comenzó a afectar al sector.

Por su parte, los representantes sindicales en la factoría madrileña indicaron a esta agencia que no hay motivos para llevar a cabo el cierre en Alcobendas, ya que la empresa está perfectamente saneada, arroja beneficios, tiene una cuota de mercado del 45 por cien y una facturación que en 1992 ascendió a 24.000 millones de pesetas.

Los responsables del omité de empresa entienden que la operación tiene más de especulación y reducción de empleo indiscriminado que de auténtico plan de ajuste, ya que ni la empresa lo necesita, puesto que en un periodo recesivo de ventas como 1992 ganó cuota de mercado, ni la dirección ha actuado con la suficiente transparencia.

CCOO de Madrid, que asumirá la defensa de los intereses de los trabajadores en el conflicto, ha mantenido ya reuniones con el alcalde de Alcobendas, José Caballero, y el consejero de Economía de a Comunidad de Madrid, José Luis Fernández Noriega, a los que el sindicato acusa de no asumir un compromiso contundente por la defensa del empleo en la región.

Según explicaron los portavoces de los trabajadores, la dirección no ha sabido dar explicaciones de los motivos que llevan a cerrar la fábrica madrileña, por lo que acusan a la empresa de "ocultar" los datos reales y de pretender especular con los más de 7.000 metros cuadrados que la fábrica ocupa, en una zona donde el suelo registra elevadas ctizaciones.

Además, advierten que las pretensiones de Unilever para Frigo -existe una oferta de mantener el empleo trasladando la plantilla a Barcelona- son "pan para hoy y hambre para mañana", ya que "ellos mismos cuentan con que sólo unas 25 ó 30 personas, de las 230 que configuran la plantilla en Madrid, podrían asumir un traslado como el propuesto, dada la media de edad y el entorno familiar de los trabajadores afectados".

Unilever cuenta en la actualidad con 11 empresas en España, entre las ue figura Frigo, fabricante de helados y de la marca de alimentos congelados "Iglo", y dispone de una red de factorías en Asia que supera la decena, desde las que se están fabricando productos con destino a los mercados occidentales, según la versión sindical.

"A nuestro juicio", indicaron, "sólo se pretende reducir empleo con la excusa de la competitividad y sin tener en cuenta a una plantilla que no ha dejado de reportar beneficios al grupo".

Por su parte, la empresa ha comenzado ya a remitir ls cartas a los empleados en las que les comunica la decisión y fija el plazo del 15 de julio para que den una respuesta sobre su disposición a seguir trabajando para la empresa en el centro de Barcelona.