Además de haber destruido esas cerca de 4.000 toneladas, los productores también han destinado otras 50 toneladas de este fruto a instituciones benéficas de la provincia.

Elpresidente de la patronal fresera Freshuelva, Pedro Marín, destacó que se recibieron numerosas peticiones de instituciones benéficas que querían hacerse cargo de la fruta que no se iba a vender, lo que obligó a los productores a intensificar las labores de control de las donaciones, para evitar que se produjesen casos de picaresca y que el destino final fuera el mercado negro.

El responsable de la asociación de productores y exportadores destacó que la operación de destrucción de los excedentes se ha esarrollado con normalidad e indicó que tan sólo se produjeron algunos problemas en cooperativas de Almonte en los primeros días, dado que no tenían lugares para el vertido de la fruta, problema que se solucionó con el establecimiento de otros lugares alternativos.

El presidente de Freshuelva destacó que la campaña de recolección de la fresa se ha desarrollado con absoluta normalidad y la calidad del fruto ha sido "elevada".