La FRAVM, que difundió un comunicado para condenar el atentado terrorista que ayer, miércoles, costó la vida a dos artificieros del Cuerpo Nacional de Policía, afirma que "los vecinos no vamos a aceptar que funcione ninguna 'ley del silencio' ante la actuación de mafias criminales".

La nota apunta que los ciudadanos de Madrid se solidarizan con las víctimas, "cosiderándolas como algo nuestro que nos ha sido arrebatado por la sinrazón del crimen organizado".

Por su parte, Comisiones Obreras (CCOO) expresó su indignación por el atentado contra la empresa Construcciones Atocha y señaló que, en un edificio aledaño, los sindicatos y la dirección negociaban una salida a la crisis de la compañía, que ha presentado un expediente de suspensión de pagos que puede provocar la desaparición de 700 puestos de trabajo.

El sindicato condenó esta nueva acción terroristaque "impide el derecho al trabajo, ya sea en la autovía de Leizarán o en cualquier otro lugar".

La Confederación Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF) también emitió una nota en la que señala que uno de los policías muertos era hermano de un miembro del sindicato.

En su comunicado, CSIF solicita "al Gobierno español que, de una vez por todas, tome enérgicas medidas contra estos actos de brutalidad, que impiden cualquier entendimiento".