Peña, que hizo estas declaraciones en una rueda de prensa, aseguró que no es un buen planteamiento descalificar a unos ciudadanos de una región porque apoyan a un Gobierno y se preguntó en voz alta por qué se vincula el apoyo de CiU al PSOE a "una especie de venta de la patria".

Igualmente, lamentó que en la opinión pública prevalezca la idea de que el Ejecutivo socialista está haciendo continuas cesiones a Pujol, reflexión que, en su opinión, está siend alentada por los populares en función de un interés político.

"Comprendo que al PP no le guste nada el apoyo de Pujol al Gobierno, pero no debe buscar argumentos que, en el terreno de lo personal, rayan el insulto y la injuria", aseveró Peña.

El secretario de Estado dijo que el discurso de los populares está "fuera de sitio y es muy peligroso", al tiempo que señaló que las críticas "tan virulentas y dramáticas" a los apoyos de los nacionalistas al Ejecutivo tienen como exclusiva finalidad lograrla retirada de ese respaldo político.

Asimismo, denunció la actitud de algunos medios de comunicación y analistas políticos de alentar la idea de que Felipe González ha entregado España a Jordi Pujol, pensamiento que, a su juicio, únicamente encierra una "frase rimbombante" y carente de contenido.

Peña lanzó un reto para que alguien demuestre que alguna decisión adoptada en materia de política autonómica ha beneficiado a regiones como Cataluña y ha perjudicado a otras.

VERDAD A MEDIAS

En ete sentido, tildó de "verdad a medias" la noticia de que el Gobierno concenderá a Pujol 200.000 millones de pesetas para superar el "agujero" de la sanidad, y de "mentira entera" que Cataluña va a recibir dinero de los fondos de cohesión.

"Hay una doble moral en el terreno autonómico", dijo Peña, "según la cual el Partido Popular ataca al Gobierno en ese frente y hace callar a sus presidentes, cuando ellos debieran decir que asuntos como la mejora de la sanidad y los fondos de cohesión también van conellos. Pero esos están calladitos, de ahí que haya una doble moral".

En la conferencia informativa, Peña fue preguntado por la denominada "guerra del agua" y apuntó que un nivel de conflictividad entre territorios es "irremediable y hasta cierto punto lógico", porque todas las comunidades autónomas tratan de defender los intereses de sus ciudadanos.

Peña, que eludió entrar en valoraciones de carácter técnico, aseguró que el problema del agua tiene como foro de debate y de decisión las Cortes, lasleyes de aguas y el Plan Hidrológico.

"Una vez que se discuta el problema y se apruebe por las Cortes, que es donde está la soberanía nacional, éso debe ser acatado por todo el mundo", indicó Peña, quien señaló que si alguna comunidad se siente agraviada existen unos cauces jurídico-constitucionales para que pueda defenderse.