Zapatero clausuró en Granada la Conferencia Política de los socialistas andaluces, y comenzó su alocución dirigiéndose a los electores franceses. "Yo mañana votaría a Chirac", dijo el líder socialista, que pidió a todos los progresistas franceses que acudan a las urnas para no tener que llorar el resultado a la mañana siguiente.

Trasensalzar los valores por los que Europa ha luchado en las últimas décadas, alertó de la necesidad de seguir defendiéndolos, y pidió una reflexión del conjunto de la izquierda y la socialdemocracia europeas, para unirse en un proyecto común de construcción de la Unión Europea, que no sea sólo económica sino también social y de guía en la extensión de esos mismos valores. Sólo así, advirtió, se evitará el riesgo de que los ciudadanos se alejen de los valores democráticos.

El líder socialista respondió aquienes "con el estilo que les caracteriza" han criticado al presidente andaluz, Manuel Chaves, por decir que el PP tiene dentro a la extrema derecha española. "A mí no me molesta que me voten los de extrema izquierda. No sé por qué les molesta que les vote gente muy a la derecha", contestó.

En su opinión, entre las cosas más positivas que han hecho los conservadores españoles en las últimas décadas, "con la habilidad, entre otros, de Manuel Fraga", está haber permitido que la extrema derecha busque oro liderazgo. "Me parece magnífico que la extrema derecha tenga un partido de centro derecha al que votar, y que estén satisfechos con las políticas del PP", aseguró, "sin ninguna intención".

Rodríguez Zapatero consideró necesario revitalizar la política como instrumento de cambio de la sociedad y ganar credibilidad para que los ciudadanos vean a sus representantes como un instrumento eficaz para responder a sus necesidades y cambiar la sociedad.