Con ese fin, el primer ministro francés, Dominique de Villepin, anunció hoy que se alargará el periodo de tiempo necesario para que un extranjero casado con una persona de nacionalidad francesa pueda solicitar, a su vez, la nacionalidad del país, según informa la prensa francesa en sus ediciones digitales.

Ese periodo, que ahora es de dos años en el caso de residir ya en Francia, pasará a cuatro años. En el supuesto de no residir en Francia, el plazo era de tres años y ahora pasará a cinco.

Asimismo, el Gobierno francés pretende ejercer un mayor control de las actas de matrimonio expedidas en el extranjero, tras constatar que muchas de las presentadas para su convalidación en Francia son fraudulentas.

Todas estas medidas implican cambios en el Código Civil, por lo que serán tramitadas mediante un proyecto de ley, previsiblemente a lo largo del primer semestre de 2006.