Fraga subayó que no puede haber un impulso "claro y coherente" sin una verdadera territorialización del Senado e insistió en que esta necesidad se percibe claramente si se tiene en cuenta que en nuestro ordenamiento constitucional el grado de autonomía de las regiones es o puede llegar a ser superior al que disfrutan muchos estados federales.

El veterano político popular hizo estas reflexiones durante su comparecencia ante la ponencia del Senado encargada de abordar una reforma de la Constitución para converti a la Cámara Alta en un auténtico órgano de representación territorial.

El presidente de la Xunta indicó que el actual sistema de elección en la Cámara Alta provoca que el senador "se sienta más vinculado a su grupo partidario ideológico que a su territorio de procedencia" y señaló que a este hecho hay que añadir la "inexistente especialización funcional del Senado y su subordinación al Congreso", factores que, en su opinión, le confieren un papel secundario y casi superfluo.

"Este querer y no poer demuestra a las claras que una reforma constitucional cuidada y meditada del título tercero, pues de eso y nada más estamos hablando, puede hacerse respetando escrupulosamente el espíritu de nuestra Constitución, en una línea de consenso idéntica a la que iluminó nuestra transición política", indicó.

Fraga señaló que el respeto al espíritu constitucional y la renovación del consenso que en ella subyace deberán caracterizar a este proyecto de reforma, al tiempo que rechazó la posibilidad apuntada po algunos sectores de reformar el título octavo de la Constitución, propuesta que, en su opinión, es "absurda".

Tras señalar que, hasta el momento, el estado de las autonomías ha discurrido por "senderos tortuosos de improvisación, conflicto, desigualdad de trato y opacidad", Fraga indicó que algunas prácticas indeseadas, como las relaciones que marginan algunas regiones por cuestiones políticas o la desigualdad en la percepción de inversiones estatales "reclaman una canalización de los intereses terrioriales hacia su armonización en un foro donde pudieran hacerse valer".

Respecto a la futura composición del Senado, Fraga señaló que ésta debería basarse en un "incremento sustancial de la representación de nivel autonómico". El titular del Ejecutivo gallego consideró de sumo interés la presencia en el Senado de los presidentes de los gobiernos autonómicos.

Esto sería posible constituyéndolos en senadores por derecho propio "aunque hubiera que dotarlos de un estatus especial en el que lo importate fuera garantizar un mecanismo de participación efectiva como máximos responsables de los ejecutivos de las diferentes comunidades y portadores de una visión insustituíble de sus problemáticas específicas".

En opinión del ponente constitucional, la nueva configuración de la Cámara Alta deberá conjugar dos principios esenciales en las modernas democracias federales: la representación territorial y el origen democrático inequívoco de los senadores.

Para ello, Fraga dijo que lo ideal sería estableer la designación por parte de los parlamentos autonómicos, ya que esto acentuaría el carácter de participación de la comunidad autónoma como tal, traduciéndose en alguna medida el pluralismo en ella existente.