"Aunque a ningún partido se le puede pedir que renuncie a sus principios fundamentales, sí es posible aplicarlos flexiblemente. Hoy la proximidad de principios y programas (entre PP y CiU) es más que suficiente. Lo subrayo porque ya hay gente que empieza a decir: 'se están vendiendo'. No, simplemente se está buscando una solución", indica.

El presidente de la Xunta no va a participar en las negociaciones entre su partido y los nacionalistas catalanes -"las negociaciones las deen llevar los que van a tomar las decisiones y el camino es bueno"-, pero expresa su "absoluta disponibilidad".

A su juicio, el nacionalismo catalán cree en la unidad de España, aunque "tienen su concepto peculiar, pero todas sus fuentes principales y sus libros clásicos lo demuestran. La política efectiva de CiU ha ido también en esa dirección".

En cuanto a la ampliación del acuerdo a otras fuerzas políticas, Fraga dice que "no se debe cerrar el paso a nadie. Podría haber un entendimiento de geoetría variable: un acuerdo con CiU, otro con los canarios, otro con los vascos...".

Fraga cree que, de forma similar a como se hizo en Francia, habrá que tomar medidas impopulares. "Todo Gobierno digno de tal nombre tiene que estar preparado para medidas impopulares", dice, aunque explica que no se refiere a "medidas que se enfrenten a lo que piensa la mayoría". "Un Gobierno que no es capaz de tomarlas no es un Gobierno, es otra cosa".