FRAGA PIDE AYUDA AL APOSTOL SANTIAGO PARA ACABAR CON EL TERRORISMO

SANTIAGO DE COMPOSTELA
SERVIMEDIA

El presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, pidió hoy al apóstol Santiago, durante la tradicional Ofrenda de la Traslación, ayuda para "no ceder a las amenazas del terrorismo y lograr que cesen para siempre sus criminales acciones".

En sus palabras, tuvo un recurdo especial para el funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara y para el abogado Cosme Delclaux, "inocentes rehenes del terrorismo criminal e intolerante".

El responsable de la Xunta de Galicia se mostró convencido de que "ninguna sociedad se puede salvar desde el odio y la violencia" y agregó que "la legítima defensa de los derechos e intereses de cada uno ha de buscar otros caminos", en referencia al terrorismo.

Asimismo, invocó al apóstol para "actualizar la permanente lección de conviencia que tan magistralmente se expresa en los itinerarios jacobeos", una intercesión que hizo extensiva a los principales problemas de la sociedad actual, como las drogas, el terrorismo, el paro y la crisis demográfica.

Durante la ofrenda, que rememora el traslado de los restos del apóstol desde el puerto de Haifa, en Jerusalén, hasta la Iria Flavia, en Galicia, Fraga afirmó que el milenio que ahora se avecina ha estado lleno de enigmas.

En este sentido, señaló que los tiempos que se acercan conel inicio del tercer milenio "nos hablan de monstruosidades sin cuento", como el genocidio en ciertos países africanos, las bandas de delincuentes organizados o de narcotraficantes, las "miserias para millones de seres humanos mientras otros andan en la opulencia", o los niños maltratados, explotados o violados.

Fraga recordó también "la lucha inmortal de la madre Teresa de Calcuta y de tantos que luchan desde organizaciones misioneras o laicas, arriesgando sus vidas y perdiéndolas muchas veces".

La ofrenda de Fraga incluyó también una solicitud de apoyo para que "los niveles de bienestar y de prosperidad económica beneficien y abarquen solidariamente a todos los ciudadanos, proporcionando los necesarios puestos de trabajo, hasta conseguir la desaparición de las bolsas de trabajo y el desempleo".

La ceremonia, instituída por el rey Felipe IV hace 350 años, fue presidida hoy por el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, por delegación del rey don Juan Carlos.

(SERVIMEDIA)
30 Dic 1996
VBR