A preguntas de los periodistas, Fraga reconoció la conveniencia de que los gobernantes estén en contacto con los ciudadanos, pero acto seguido añadió: "Tengo la sensación de que nos movemos en el mismo círculo de siempre, de conversaciopnesmonologadas, desde lecturas de teleprinter que ahora no añaden mucho a la credibilidad que cada cual pueda tener o conservar".

Por otro lado, Manuel Fraga desmintió de forma categórica los insistentes rumores sobre una inminente remodelación de su Gobierno como primer paso para ordenar su sucesión. Fraga dijo que el rumor carece de fundamento y que pasó el tiempo en que se hacía la política mediante crisis de Gobierno.

Fraga afirmó que la Xunta se dedica a trabajar y aprovechar lo mejor posible l reactivación económica que viene y dijo que "en ningún caso está previsto en este momento un reajuste". También apuntó que no aclarará lo relativo a su sustitución al frente del PP hasta que se acerquen las próximas elecciones autonómicas, en el año 1997.

Como argumentos para negar cambios, Manuel Fraga recordó que su Gobierno dispone de una mayoría clara de votos y en el Parlamento, que cuenta con más éxitos que fallos en su haber y que al frente hay un presidente también propenso a la continuidad, or lo que la sucesión se resolverá en el plazo que él mismo se ha fijado, el año 97.

Manuel Fraga incluso consideró improbable que se realice algún reajuste en la Xunta con motivo de las municipales del año próximo, dado que no prevé proponer que ninguno de sus consejeros opte a alguna de las principales alcaldías de Galicia.