El primer paso hacia un mayor diálogo entre las dos principales fuerzas gallegas fue dado ayer, en una reunión de los respectivos portavoces parlamentarios, Víctor Vázquez Portomeñe (PP) y Miguel Cortizo (PSdeG-PSOE), quien no descartó una nueva reunión bipartita antes del martes para buscar un acercamiento de posiciones en torno a la futura Ley de Ordenación Territorial de Galicia.

Los dirigentes socialistas defienden que algunas leyes deberían er consensuadas, por su especial trascendencia. Manuel Fraga, sin embargo, dijo hoy que sólo una reforma del Estatuto de Autonomía exigiría ese consenso.

Pretender consenso sobre todas las leyes citadas en el Estatuto es, a su juicio, pedir demasiado, porque se refiere a cientos de leyes, al recoger todas las competencias de la autonomía.

En la rueda de prensa que siguió a la reunión semanal de su Gobierno, Manuel Fraga dijo que el PP siempre estará dispuesto a dialogar y recordó que hace algunosmeses se retrasó la designación de representantes en el consejo de administración de TVG a petición de Francisco Vázquez, al estar el PSdeG-PSOE pendiente de resolver su crisis interna mediante un congreso. Fraga lamentó que los socialistas hablen ahora de las divisiones "mínimas e irrelevantes" en el seno del PP, cuando el grupo socialista "cambió de portavoz cuatro veces en un año".

Aseguró que para consensuar todas las leyes no harían falta elecciones como las que dieron al PP mayoría absoluta, no ólo de representantes por ley D'Hont, sino también de votantes. "Si hubiera que consensuar o negociar se haría en función de las perspectivas de cada uno y se ahorrarían elecciones. Los partidos se reunirían, pactarían y fuera. Eso era cuando no había mayorías, y ahora las hay. La mayoría no sólo da el derecho, da el deber de gobernar", dijo.

El presidente de la Xunta apuntó que el PP está dispuesto a escuchar y estudiar, "pero la palabra consenso está siempre abierta, porque la última decisión la tomn las mayorías, como es absolutamente natural".

Fraga dijo que del diálogo no se descarta al Bloque Nacionalista Galego, aunque argumentó que deberá ser la formación nacionalista quien pida el diálogo si lo desea. También advirtió que la apertura al diálogo en modo alguno va a poder ser utilizada como disculpa para caer en un obstruccionismo como el que a su juicio ejerció la oposición durante los seis últimos meses de la pasada legislatura.

"Hubo una obstrucción permanente y luego se dijo que nose había cumplido el programa legislativo, y eso no se va a aceptar de ninguna forma", afirmó.