Los obispos de las seis diócesis gallegas criticaron ayer en un comunicado que el decreto de la Xunta "no garantiza plenamente" el ejecicio de la libertad religiosa en los centros de enseñanza y consideran "inaceptables" las alternativas a la asignatura de religión estipuladas por la Xunta que, basándose en un decreto del Ministerio de Educación, ofrece actividades opcionales de reflexión sobre la vida social y cultural.

Manuel Fraga reconoció que, aunque hubo diálogo con los obispos, "éstos no conocieron la redacción final del decreto". El mandatario gallego recordó, no obstante, que el consejero de educación, Piñeiro Permuy "fue e único representante de una Comunidad, que se opuso al decreto del Ministerio"

"En lo que a nosotros toca, que es la orden de desarrollo del decreto minsterial" señaló Fraga, "hemos intentado mejorarlo, como así lo han reconocido los obispos, por ejemplo en lo que afecta al alumnado infantil".