La tercera parte de los ancianos sufre una caída al año, aunque la proporción es mayor entre los mayores de 80 años. Estas caídas provocan unas complicaciones agudas importantes: en el 62 por ciento de los casos provocan fracturas, sobre todo de cadera; esguince en el 25 por ciento de los casos y heridas profundas en el 8 por ciento de los casos.

Según datos del Instituto Gerontológico, el 29 por ciento de las personas que sufren una caída requieren hospitalización y sufren una incapcidad temporal o permanente que impedirá al anciano volver a llevar una vida normal.

En España, el gasto aproximado por estancia media y por paciente en hospitales tras sufrir una fractura de cadera supondría 1.186.500 pesetas.