El tema central este año será la erradicación de la brecha en el acceso al agua, para lo que se debatirán vías para afrontar la escasez de este recurso, incrementada por el calentamiento climático, la presión demográfica y la contaminación, y lograr un acceso equitativo al mismo para toda la población.

El incremento de la población en las costas y de las ciudades de más de un millón de habitantes, la aceleración de los fenómenos migratorios y la degradación de los suelos agrícolas, son otros de los problemas que empeoran la escasez cuantitativa y cualitativa de agua.

Por ello, desde hoy y hasta el viernes, expertos de todo el mundo buscarán respuestas, tanto a nivel global como regional, a cuestiones relativas al agua, como el riesgo que plantea el cambio climático, el impacto que tendrá la crisis, la contribución de una mejor gestión a la reducción del hambre y la pobreza, y el modo de poner en marcha una cooperación internacional duradera en este ámbito.

A partir de 2025, dos tercios de la población mundial sufrirá escasez de agua si se prosigue el ritmo de consumo actual y no se adoptan medidas, según los responsables del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.