El presidente del Foro, Mikel Buesa, dijo a Servimedia que el atentado de este sábado es un "salto cualitativo" dentro de las últimas acciones de la banda etarra, que con este nuevo coche-bomba dice "con total nitidez que está dispuesta a continuar atentando y a tratar de imponer sus objetivos mediante el empleo de la violencia".

Según Buesa, esta percepción de ETA se ha visto favorecida por decisiones del Ejecutivo, como no actuar contra el Partido Comunista de las Tierras Vascas o contra las actuaciones públicas de Batasuna, a pesar de que éste es un partido ilegalizado.

A su juicio, esta estrategia de presión al entorno terrorista de los últimos años "ha desaparecido", lo que fortalece a la banda y hace que pueda desencadenar una "oleada terrorista" como la de 2000 o como la de principios de los años ochenta.

En su opinión, la forma de evitar una intensificación de los atentados es que "cuanto antes el Gobierno de Zapatero abandone sus veleidades de pasar a la Historia como el gran pacificador y se ponga a la tarea de restablecer todos los frentes de lucha contra el terrorismo, en el terreno económico, político y, por supuesto la lucha policial".