El presidente del Foro, Mikel Buesa, dijo a Servimedia que "la legalización de Batasuna en ningún caso debería ser un objetivo político del Gobierno, sino, en todo caso, podría acabar siendo el resultado de un proceso que diera lugar al final del terrorismo".

A su juicio, si la violencia desaparece, "determinadas personas que puedan haber estado en contacto con Batasuna y que no tengan responsabilidades penales podrían hacer un partido si quisieran". "Pero esto no debería ser un objetivo, sino un resultado que se derivaría del auténtico fin, que es el de derrotar a ETA", remarcó.

Buesa valoraba así las informaciones periodísticas que apuntan a que el nuevo ministro del Interior ha fijado la legalización de la izquierda "abertzale" y la política penitenciaria como claves del proceso de paz iniciado a raíz del alto el fuego de ETA.

En este sentido, el responsable del Foro dijo sospechar que la pretensión de la banda etarra es que su "aparato político" participe en las elecciones municipales de 2007 para "recomponer las bases económicas de la actividad terrorista".

Esto supone, a su juicio, que si el Gobierno facilita que los terroristas consigan este propósito, "estará ayudando a revitalizar la actividad terrorista y no a derrotar al terrorismo".

En cuanto a la política penitenciaria, Buesa manifestó que si Rubalcaba opta por soltar a los presos etarras "se producirá una clara injusticia", mientras que un acercamiento de estos reclusos al País Vasco debería ser "una manera de ir resolviendo la presión sobre ETA para que definitivamente deje la actividad terrorista".