La guía señala que, "a pesar de las potenciales complicaciones, es posible tener una experiencia de viaje positiva y gozosa", y hace votos para que sus consejos sean útiles, ya que, "cuanto mejor preparado se esté, menos problemas habrá".

Pese a su tono desdramatizador, la guía del Ministerio de Asuntos Exteriores británico incluye la clara advertencia de que "en algunos países las relaciones entre personas del mismo sexo son ilegales y castigadas con penas de prisión e incluso con la muerte". Moraleja ante tan ominosa perspectiva: "Juegue siempre sobre seguro cuando no lo tenga claro".

Por esa razón, aconseja "chequear las actitudes hacia las relaciones homosexuales en el país que planee visitar, y comportarse con cautela en caso de no estar seguro. Los turistas que sean gays, lesbianas, bisexuales y transexuales pueden tener especiales dificultades en países donde un gran porcentaje de la población sostenga fuertes creencias religiosas opuestas tradicionalmente a las relaciones homosexuales".

Con esta misma filosofía de servicio público, el Foreign Office no duda en recordar que hay muchas guías de viaje en el mercado especializadas en consejos para homosexuales, así comoen apuntar que "la prensa gay en Internet puede ser un gran recurso".

Ante la posibilidad de sufrir algún problema de salud sexual, la guía aconseja ponerse en contacto con el Consulado británico más próximo, con la garantía de "nuestro compromiso de ayudar a todos los ciudadanos británicos seriamente y ofrecer ayuda a cualquiera que lo necesite, de una manera discreta, profesional y no juzgadora".

El Foreign Office avisa de que "en muchas zonas del mundo" la policía efectúa redadas contra lo que es considerado como comportamientos "obscenos o indecentes" y también alerta ante los nuevos "amigos" que pueden resultar en realidad "delincuentes" especializados en robar en barrios o playas 'gay' aprovechándose del ambiente generalmente relajado de estos lugares.

A los gays británicos también se les recomienda tener en cuenta que las zonas rurales tienden a ser más conservadoras que las urbanas en cuestiones sexuales y se les insta a recordar, en todo caso, que la decisión de salir del armario al tiempo que se sale del propio país es "una decisión que debe tomar usted personalmente después de examinar cuidadosamente la situación local".