Explicó que, "aunque hubiera querido hacerlo, no hubiera sido posible porque la cuantía era mínima", aproximadamente unas "cinco o seis veces menor que la actual", que en el caso del Ministerio del Interior ascienden este año a 794 millones de pesetas para 1994.

Martín Villa dijo que un ministro del Interior tiene la bligación de "no acordarse en cierto modo de en qué cosas ha empleado los fondos reservados. Lo que sí tiene la obligación de acordarse, y con detalle, es en qué cosas no los ha empleado".

A ese respecto, afirmó que "yo estoy absolutamente seguro que no he empleado ni una sola peseta en los destinos que ahora, con razón o sin ella, se acusa que se han empleado posteriormente".

Por esa razón, aseguró estar muy tranquilo ante la posibilidad de que sea llamado a declarar al Congreso en relación con ste caso, si bien calificó de "intolerable" que se le convoque a esa instancia parlamentaria por unas supuestas amenazas del PSOE de extender la investigación sobre los fondos reservados al periodo de su mandato al frente de Interior.

"A lo mejor la experiencia de los antiguos ministros del Interior es buena para explicar este tema, pero en absoluto me parece tolerable que se haga desde la amenaza, desde el chantaje, desde la coacción", indicó.

Martín Villa señaló que la investigación sobre las prsonas que manejan fondos reservados no debe encontrar ningún obstáculo "y yo por supuesto estoy dispuesto a que se me investigue aquella época y las épocas posteriores".

En cuanto a la fórmula para evitar el uso irregular de los fondos, indicó que podría habilitarse un sistema de manera que estuviesen informados de su manejo personas ajenas a la Administración, que podrían ser parlamentarios o representantes del mundo judicial.

El ex ministro dijo que él se opone no sólo a utilizar los fondos co fines delictivos, sino también cuando se destinan a propósitos "que, no siendo delictivos, administrativamente no son correctos".

"La única duda que yo tengo", indicó, "es que los fondos son reservados y que su disposición debe ser de muy pocas autoridades del Estado: el presidente del Gobierno, en su caso, y algunos ministros, muy pocos; por ejemplo, tengo mis dudas de que el ministro de Justicia deba disponer de fondos reservados, conque dispongan Asuntos Exteriores, Defensa e Interior me parece qu es más que suficiente".