Según el gobieno ha esbozado, las primeras 500.000 pesetas que se reembolsan como beneficios de un fond en un año, que hasta ahora no tributaban, pasarán a ser objeto de tributación.

Con esta medida, el Gobierno quiere primar a los futuros Planes de Ahorro Popular (PAP), que obtendrían mejores condiciones fiscales que los propios fondos de inversión, en virtud de la orientación de sus inversiones hacia cuestiones de interés social.

Sin embargo, Sarandeses considera que esta novedad fiscal perjudicaría más a otras inversiones, que disfrutaban tambien de la exención de las primeras 500.000 pesetas, ue a los fondos de inversión, cuya fiscalidad es suficientemente atractiva y que, además, no pueden sufrir variaciones en su reglamentación que atenten contra el derecho comunitario y el tratamiento que esta fórmula de inversión tiene por parte de la CE.

Sarandeses admitió, sin embargo, que el incremento de la fiscalidad, podría derivar a algunos inversores hacia fondos de inversión extranjeros que se están comercializando en España, con mejores condiciones fiscales, si bien ha recordado que al final uien así actúe estará sujeto a las normas fiscales españolas.