Un informe de WWF elaborado en 1998 señala que sólo quedan entre 5.000 y 7.200 ejemplares de tigres salvajes en todo el mundo, por lo que la asociación ha pedido a los distintos gobiernos que aumenten sus esfuerzos para impedir el comercio de productos que contengan derivados de estos animales.

A pesar de los progresos de la legislación que protege a estos animaes, muchas medicinas tradicionales chinas, que también tienen un mercado importante en países occidentales, se fabrican con partes del tigre. A esto se suma la destrucción del hábitat natural y la desaparición de otras especies relacionadas que afectan a este animal.

Por ello, miembros de la asociación señalan que no se puede asegurar que queden tigres en el año 2010, y resaltan que en el sur de China sólo quedan una treintena de los 4.000 tigres salvajes que había en los años 50, al igual que en Baliy Java.