De este aeropuerto, que está cerrado después de que el pasado día 24 una avioneta se estrellara en Sant Quirze del Vallés y murieran cuatro personas, también partió hace más de un mes otra avioneta que cayó sobre un edificio de Badia del Vallés, donde murieron los dos ocupantes del edificio.

El acuerdo, del que participan los alcaldes de las localidades colindantes, incluye la regularización de las alturas de las grúas y de cualquier otro obstáculo físico que incumpla las servidumbres aeronaúticas.

Una vez retirados los obstáculos se reemprenderá la actividad aeronáutica con aviones de servicios de emergencia médica, policía, bomberos y otros. Las restantes actividades de aviación general y deportiva se restablecerán en el plazo de un mes aproximadamente.