Rosell, que hizo estas manifestaciones en su intervención ante el consejo general de la patronal, señaló sobre la actual situación económica que "los salarios deberían crecer en 1997 entre un 1,5 por ciento, objetivo de nuestros competidoes más directos, y el 2,6 por ciento, si hay ganancias de productividad suficientes".

A su juicio, "la rebaja de la inflación hasta cumplir con los requisitos de la Unión Económica y Monetaria es la principal asignatura pendiente de la política española, a corto plazo".

Joan Rosell destacó como objetivos de la reforma del mercado de trabajo la rebaja de la temporalidad de la contratación y hacer más sensible la negociación colectiva a las necesidades de las empresas.

Sobre el balance de la eonomía española, indicó que "la política presupuestaria es fundamentalmente correcta", de la misma forma que lo es la fiscal, de la que dijo que "ha tenido el acierto de atacar problemas muy serios para la mayoría de las empresas de Cataluña".