En unas jornadas organizadas por la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), Palao cifró dichas inversiones en 6.300 millones de euros en el aeropuerto de Madrid y en 5.000 millones en Barcelona.

De esta manera, Barajas registró un incremento de tráfico del 14% en 2007 y El Prat del 10%, muy por encima de la media europea que se situó en el entorno del 6%. Esto les permitirá, según Palao, "captar tráfico de conexión de larga distancia que no tiene ya cabida en otros aeropuertos.

A este respecto, el director general de aviación Civil, Manuel Bautista, advirtió sobre la elevada dependencia de las aerolíneas españolas del mercado doméstico y europeo que además es el que tiene una mayor competencia, por el efecto de las compañías de bajo coste y el tren de alta velocidad, y genera poco margen de beneficios.

Señaló que actualmente el resto de aeropuertos europeos importantes tienen un tráfico extracomunitario bastante superior por lo que reiteró la necesidad de que Barajas y El Prat evolucionen y se configuren en grandes "hub" europeos para que las aerolíneas españolas puedan incrementar su cuota de viajeros extracomunitarios que actualmente es del 8%.

Continuando con el análisis de lo realizado durante la legislatura, Palao señaló que "la prioridad del Ministerio ha sido la seguridad" y destacó el incremento en el número de inspecciones, que se han multiplicado por cinco en las aeronaves nacionales, hasta las 7.752, y por seis en las extranjeras, hasta las 3.357.

Con relación a la seguridad, indicó que "lo ocurrido con Air Madrid no es más que la manifestación de una política de control de seguridad con carácter exhaustivo al coste que sea necesario".

Por otro lado, hizo referencia a la importancia estratégica del transporte aéreo para el desarrollo económico y social de España y a su impacto en la economía española.

El sector ocupa, según Fomento, al 3,2% de la población activa, unos 700.000 trabajadores. Esto supone, que por cada millón de pasajeros transportados se generan 950 empleos directos y 3.700 indirectos o inducidos.

Palao recordó asimismo su papel central en el turismo ya que de los 58,4 millones de turistas llegados a España en 2006, el 73% utilizó el avión.

Finalmente, indicó su "vital importancia para la vertebración y la cohesión territorial" especialmente para el territorio no peninsular: Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla. Señaló que las bonificaciones a los ciudadanos de estas regiones han pasado de 179 millones en 2004 a 364 en 2007.

Por su parte, Bautista destacó que 2007 se cierra con 210 millones de pasajeros en los aeropuertos españoles y que este crecimiento refleja un gran dinamismo ya que España es el tercer país con mayor tráfico en Europa.

Para ilustrar este dinamismo, Bautista recordó que en 1992, hace 15 años, se transportaron 84 millones de pasajeros. De cara al futuro, indicó que las estimaciones apuntan a que en 2020 la cifra alcance los 317 millones de pasajeros, lo que supone un crecimiento del 75% con respecto a 2005.

Por ello, concluyó que los retos del transporte aéreo en España son asegurar la viabilidad económica de las compañías, aumentar la seguridad, fomentar un crecimiento sostenible con elMedio Ambiente y luchar contra la congestión de las infraestructuras.