Así lo anunció a Servimedia el director del Fogasa, Juan Pedro Serrano, quien afirmó además que, para el próximo año, prevén alcanzar también un superávit de unos 7.000 millones de pesetas, que también se mantendrán como reserva para situaciones extraordinarias.

Serrano atribuyó el superávit a la bonanza ecnómica general, que genera más ingresos por el aumento de cotizantes a la Seguridad Social y menos gastos por la disminución de conflicitividad laboral en las empresas españolas.

"Se sigue recaudando a ritmos normales y, en cambio, la solitud de prestaciones ha bajado sustancialmente", puntualizó Serrano, quien apuntó, además, que el Fogasa está actualmente "al día" en el abono de sus prestaciones.

El Consejo Rector del Fogasa -en el que tienen representación Administración, sindicatos y empresaros- se reunió ayer en Madrid para estudiar la situación y los presupuestos de este organismo para el año 2000.

El Fogasa es un organismo adscrito al Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y que, financiado con cuotas de las empresas, garantiza a los trabajadores la percepción de salarios e indemnizaciones por despido cuando sus empresas son insolventes o quiebran.

En la reunión de ayer, los empresarios pidieron que el superávit se destine a una rebaja de sus cuotas, mientras que los sindicatos nsistieron en la necesidad de crear un fondo que garantice el futuro del Fogasa y de los trabajadores que puedan verse afectados por quiebras empresariales.

De momento, el superávit se mantendrá como reserva o remanente para el futuro, ya que la creación de un fondo, como tal, correspondería a la Administración y tendría que contar con el visto bueno del Parlamento.

MENOS EMPRESAS INSOLVENTES

Entre enero y agosto de este año, el Fogasa pagó un total de 39.683 millones de pesetas, lo que supone n descenso del 35,1% respecto a 1998, frente a 61.202 millones de los ocho primeros meses de 1998.

Los trabajadores beneficiarios de esos pagos fueron 73.527, frente a 117.517 del año pasado, en tanto que las empresas insolventes que pasaron por el Fogasa fueron 30.883, frente a 46.494 del 98.

El director del Fogasa recordó que, en 1998, "nos pusimos al día de las secuelas de la crisis anterior y ahora estamos pagando a los trabajadores a los 3 meses desde que presentan su solicitud".

Serran recordó que el año pasado disminuyeron un 40 por ciento las suspensiones de pagos en empresas españolas, tendencia que continúa durante 1999, a lo que se une un aumento en los ingresos derivado del mayor número de altas en la Seguridad Social.

Actualmente, el Fogasa tiene pendiente gestionar prestaciones de entre 1.200 y 1.300 millones de pesetas lo que, a juicio de su director, da una idea de la buena situación en que se encuentra el organismo.