El fondo surge gracias al superávit que el Fogasa ha tenido n los años 1998 y 1999 debido a la bonanza económica, que ha rebajado sensiblemente el cierre de empresas y las suspensiones de pagos y, por el contrario, ha provocado un aumento en las afiliaciones a la Seguridad Social y en la recaudación.

El Fogasa es un organismo adscrito al Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales que, financiado con cuotas de las empresas, garantiza a los trabajadores la percepción de salarios e indemnizaciones por despido cuando sus empresas son insolventes o quiebran.

En l año 1999, el Fogasa tuvo un superávit de algo más de 36.000 millones de pesetas, que sumados a los casi 9.000 que le sobraron en 1998, originan un remanente actual de 45.000 millones, equivalente a la mitad de lo que recauda este organismo cada año.

Además, de mantenerse la actual bonanza económica, la previsión para este año es que se logre un nuevo superávit de otros 35.000- 38.000 millones de pesetas, que podrían incorporarse también a este "colchón" para tiempos peores.

A partir de ahora, flta que la Comisión Delegada de Asuntos Económicos fije el importe exacto del fondo y elija la forma de gestión.

La idea es que el dinero se invierta en algún modelo que, como la deuda pública, garantice la inversión y sea transparente. A la vez, se quiere genere la máxima rentabilidad posible y aumente los remanentes, en beneficio de los trabajadores que puedan verse afectados por cierres patronales o regularizaciones de empleo.

PRIMER SEMESTRE

El Fogasa pagó durante el primer semestre de esteaño un total de 21.340 millones de pesetas a trabajadores cuyas empresas quebraron o se declararon insolventes. Esto supuso un ahorro para las arcas públicas de 9.229 millones de pesetas sobre los 30.569 millones abonados durante 1999. En total, el ahorro es del 43,24%.

Según los datos de este organismo, a los que tuvo acceso esta agencia, los trabajadores beneficiarios de las prestaciones del Fogasa entre enero y junio pasados fueron 43.964, frente a los 56.430 del 99 (un 28,3% menos), en tanto que ls empresas insolventes que pasaron por él fueron 20.402, frente a 23.396 del año anterior (un 14,68% menos).

Por comunidades autónomas, los más afectados por cierres patronales fueron los trabajadores catalanes (10.679), los madrileños (5.251) y los valencianos (5.897), mientras que en Navarra y Extremadura sólo 421 y 390 empleados por cuenta ajena se vieron afectados por este problema, respectivamente.

El dato es similar referido a las provincias. Hubo más cierres patronales en las de mayor capaidad productiva, como Madrid, Barcelona y Valencia, mientras que Avila, Guadalajara, Segovia, Palencia, Teruel y Zamora apenas sufrieron incidencias de este tipo.