Arias-Sagado resaltó la importancia del transporte marítimo para la economía española, ya que representa, en tonelaje, el 70% del total del comercio exterior español. Por ello, añadió que es "el elemento clave de los intercambios comerciales con nuestro territorio no peninsular".

El responsable de Fomento coincidió con el presidente de ANAVE, Alfredo Pardo, al señalar que España necesita una marina mercantil fuerte. "España es un país que tiene casi 8.000 kilómetros de costa y un buen sistema de puertos. Por llo, necesita una marina mercantil competitiva que actúe en un mercado totalmente liberalizado", subrayó.

TRABAJADORES NO COMUNITARIOS

Pardo pidió el apoyo del Ministerio de Fomento para revisar el marco laboral nacional de marina mercante, en particular, en los aspectos relativos a la jornada de trabajo, descansos y régimen de guardias.

El presidente de ANAVE se mostró partidario de la incorporación de trabajadores no comunitarios al sector para favorecer la competitividad de la industria mercntil española en el mundo.

"La flexibilización del marco laboral posibilitaría a largo plazo la existencia de muchos más buques mercantes españoles en condiciones competitivas, con lo que dichas medidas no estarían sino consolidando las oportunidades de empleo de los trabajadores españoles", apostilló.

Además, Pardo recordó que en las flotas de los países comunitarios se emplean como promedio un 30% de tripulantes extranjeros.

Pardo valoró la actuación del Ministerio de Fomento y, en particuar, de la Dirección General de la Marina Mercante, al introducir el año pasado incentivos fiscales a la inversión en buques, mediante la amortización acelerada de los barcos que se construyan en los próximos cinco años.

"Es especialmente positivo que estos instrumentos se hayan establecido precisamente en unos años de restricciones del gasto público, como los que vivimos", subrayó.

Sin embargo, lamentó que este mecanismo de amortización no prevea la posibilidad de renovar la flota a través de buqes de segunda mano.