Desde el 1 de enero de este año, la flota española de buques superiores a 100 toneladas ha descendido en 108 embarcaciones, de las que 24 operaban en el transporte de mercancías, con una capacidad de 192.207 TRB, y 84 en las faenas de pesca, con un volumen de 9.450 TRB.

En l mismo periodo, el sector de barcos mercantes registró la entrada en servicio de 17 nuevos buques, con una capacidad de 101.683 toneladas, mientras que las bajas afectaron a 41 embarcaciones cuya volumen ascendía a 292.990 TRB.

Por su parte, la flota pesquera española inició el ejercicio de 1991 con un total de 1.929 buques y un registro de 535.491 toneladas, a la que se sumaron 29 nuevas embarcaciones, cuyo volumen operativo es de 8.447 TRB, mientras que las bajas del registro ascienden a 58 barcos 16.713 toneladas).

Las cifras oficiales confirman la crisis que afecta desde hace varios años a la flota española, tanto del sector mercante como del pesquero. Desde el pasado mes de enero, las autoridades sólo concedieron una autorización para construir un buque pesquero de 116 TRB, mientras que en el sector mercante no se produjo ninguna.

En el caso de la actividad mercante, el Gobierno reconoció en 1990 la necesidad de crear un segundo registro de barcos en Canarias, bajo un régimen fiscal y cntributivo especial, que permita a las empresas reducir unos costes que, según sus portavoces, son más elevados que los de sus competidores de la CE.

Fuentes del sector consultadas por esta agencia confirmaron que actualmente ya está abierta una ronda de encuentros entre los agentes sociales y el Gobierno para discutir los términos en los que debe crearse el segundo registro canario.

Sin embargo, el problema de la flota pesquera sigue sin tener una solución clara, ya que las autoridades españolascoinciden con las de la CE en el exceso de barcos existentes en el país, y en la necesidad de reducir la capacidad operativa del sector en los próximos años.