El nuevo acuerdo, suscrito el pasado mes de marzo, tendrá una vigencia de cuatro años, lo que cumple una de las principales reivindicaciones que presentó el sector.

Sin embargo, tanto pescadores como armadores han calificado el convenio de "poco beneficioso", porque "se exige a los armadores que se pague más y se pesque menos", y advirtieron que la firma del próximo será aún más difícil debido a las trabas y exigencias del Gobierno senegalés.

El tratado incluye un aumento en el canon que dberán abonar los armadores andaluces y una ligera reducción en la capacidad de pesca para la flota comunitaria.

A cambio, el Gobierno senegalés ha aceptado que los barcos comunitarios amplíen sus capturas a especies como la caballa o la sardina, lo que permite la incorporación de barcos de casi todos los países de la UE, según señalaron los pescadores afectados.

Otros cincuenta barcos andaluces dedicados a la captura de la merluza negra, en este caso con base en puertos de Cádiz, no comenzarán lapesca hasta el próximo otoño.

La flota andaluza que faena en aguas senegalesas está integrada por cerca de 100 barcos, que aportan trabajo directo a unos 2.000 marineros e indirecto a casi 10.000 personas.