Fuentes de estas asociaciones y empresas coincidieron en destacar que "el cliente", que en este caso fue la Embajada de España en Israel, es quien decide lo que debe aparecer en la banda que cruza la corona de flores, y que en esta ocasión era una bandera catalana.

En declaraciones a esta agencia, fuentes de la Asociación de Floristas de Madrid indicaron que el protocolo es quien marca la pauta, decide el tamaño, el mensaje y el color, mientras que el florista se limita únicamente a cumplir "lo que le mandan".

El florista "no tiene criterio personal" para decidir qué debe aparecer en el mensaje, o qué tipo de banda utilizar, sentenciaron estas fuentes. Es el cliente quien decide cuándo realiza el encargo, lo que debe aparecer y cómo.

De esta manera, las fuentes de la asociación de floristas quisieron mostrar su solidaridad con la floristería de Israel a la que la embajada española encargó la corona de flores y a la que ha culpado, achacando a un "error de floristería" la ausencia de la cinta con la bandera española en la corona floral.