La transformación de la causa en procedimiento abreviado permitiría agilizar la instrucción y que Pedraz pudiese en poco tiempo elevar el sumario a la Sala de lo Penal para su enjuciamiento.

El fiscal Zaragoza imputa a Olano Zabala un delito de amenazas graves, previsto en el Código Penal con penas de cuatro a seis años de cárcel.

En este delito se encuadran las conductas de las personas que, aun sin estar acreditado que pertenezcan a una organización terrorista, profieren amenazas que tienen como objetivo subvertir el orden constitucional o alterar gravemente la paz pública.

Este caso se remonta al 7 de septiembre de 2007, cuando Otaola acudió a Lizarza, tradicional bastión de la izquierda abertzale, para realizar el protocolario izado de banderas como nueva alcaldesa.

Frente a la casa consistorial se congregaron varias decenas de simpatizantes de ANV, partido cuya candidatura a la Alcaldía había sido anulada por el Tribunal Supremo, y, al acabar el acto, uno de los manifestantes, identificado más tarde como Olano Zabala, gritó a la alcaldesa popular: "¡Vas a morir!".