La resistencia de la sociedad a aceptar la igualdad de género en el terreno sexual, los prejuicios con respecto al comportamiento femenino y la tendencia a aplicar los propios principios morales podrían ser las causas del bajo porcentaje de condenas por este delito en aquel país, según los expertos.

La participación de psicólogos que explicaran ciertos comportamientos de las víctimas, como la vuelta al hogar de las mujeres maltratadas, o la ausencia de signos de violencia en algunos casos de violación, permitiría que las sentencias en estos casos fueran más justas, según Ken Macdonald, responsable de la Fiscalía británica.

Durante la Conferencia Anual de la Profesión Legal, Macdonald anunció que la Fiscalía está intentando asignar una función legal a los psicólogos, cuyo testimonio ya se utiliza en países como Estados Unidos, Canadá y Australia.

Macdonald subrayó las dificultades que plantean estos casos, ya que, a menudo, la única prueba es la palabra de la demandante contra el demandado, y el principal aspecto que se tiene en cuenta es si existió consentimiento por parte de la presunta víctima.

Por otro lado, muchos jueces británicos se quejan de que la reciente introducción de la video-conferencia, como herramienta para que la víctima pueda testificar sin acudir a juicio, está reduciendo la eficacia de su testimonio y favoreciendo a los acusados.

Gran Bretaña es el segundo país que menos castiga este delito en la Unión Europea, después de Irlanda: sólo el 5,6% de las británicas que denuncian una violación ven condenado a su agresor.