Requero señaó que asuntos como éste contribuyen a dar "cada vez más la sensación de que el ámbito de la justicia, y en este caso el Ministerio Fiscal, es un campo de batalla, y esto, de cara a los ciudadanos, es realmente impresentable".

A su juicio, lo ocurrido necesita una aclaración rápida y satisfactoria, "porque si hubiese sido cierto que desde la Fiscalía General del Estado se conmina a los portavoces de unas asociaciones a que guarden silencio, sería realmente grave".

El portavoz de la APM precisó, noobstante, que sería mucho más grave aún que el jefe de Inspección de la Fiscalía General del Estado, Juan José Martínez Zato, "manipulase una conversación privada y casi coloquial, y la conviertiese artificialmente en una orden imperativa, en una advertencia, y que en ella, consciente o inconscientemente, cayesen los portavoces de las asociaciones y aprovechasen esa coyuntura para pedir el cese de Cardenal".

Requero pidió a todos aquellos que se han visto inmersos en este asunto que "actúen con caballrosidad, con lealtad y sin doblez" y hagan lo posible para solventar sus diferencias.