EL FISCAL SOLICITA 84 AÑOS DE CARCEL PARA TRES PRESUNTOS MIEMBROS DE TERRA LLIURE

MADRID
SERVIMEDIA

El fiscal solicitó 84 años de cárcel para los tres presuntos miembros de Terra Lliure juzgados hoy en la Audiencia Nacional, Marcelino Canet Serra, Sebastián Dtzira Masip y Carlos Benítez Baudés, por delitos de pertenencia a banda terrorista, posesión de explosivos y tenencia ilícita de armas.

También está siendo juzgado el profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona Carlos Castellanos Llorens, acusado de tenencia de explosivos, para quien el fiscal pide 7 años de cárcel.

Durante la vista, que posiblemente concluirá mañana con los informes definitivos del fiscal y de los cuatro abogados defensores, los procesados negaron su pertenencia a la organiación independentista catalana. Marcelino Canet, sin embargo, admitió que en la fecha en que fue detenido (22 de abril de 1988) sí pertenecía a Terra Lliure, "pero no ahora".

En la madrugada del 22 de abril de 1988, Canet se dirigió, junto con Sebastián Datzira, al cuartel de la Guardia Civil de Sant Just Desvern, situado entre Barcelona y Manresa, con la intención de colocar un artefacto explosivo "como acción reivindicativa de la diada del milenario", según sus propias palabras.

"Pero decidí vountariamente abortar la acción y nos volvimos a casa", señaló. "Poco después, la Guardia Civil nos paró y nos detuvieron".

Estas declaraciones se contradicen con la versión de la Guardia Civil, según la cual los procesados fueron detenidos cuando, tras parar su vehículo en las proximidades del cuartel, uno de ellos descendió del mismo y sacó una bolsa del maletero. Posteriormente se comprobaría que contenía explosivo.

ABUNDANTE INFORMACION

Tras la detención de Canet y Datzira, la Guardia Civil ncontró en sus respectivos domicilios, en Manresa, "informaciones sobre locales donde situar artefactos en Lérida, sobre policías de Barcelona, sobre militares en Gerona, sobre un polvorín en La Bisbal (Gerona)... y folios con instrucciones sobre la preparación y manejo de aparatos explosivos", según las conclusiones del fiscal.

A Canet le fueron intervenidos además 40 gramos de goma-2, 35 gramos de pentrita, una pistola, 2 carabinas del 22 y restos del material sobrante del artefacto que supuestament pretendía colocar en el cuartel de Sant Just Desvern.

En el domicilio de Datzira fue hallada una pistola que, según el procesado, había pertenecido a su abuelo y no tenía ninguna funcionalidad.

Carlos Benítez Baudés, presunto dirigente de Terra Lliure, fue detenido en Reus, en junio de 1989, acusado de dar instrucciones y explosivos a Canet y Datzira. Benítez, en cuyo poder no fue hallada ningún arma, negó toda implicación en los hechos, así como su pertenencia a Terra Lliure.

Por su parte,Marcelino Canet negó en la vista oral que su amigo Sebastián Datzira conociera que se dirigían a colocar un artefacto, pues únicamente le había pedido el favor de que le llevara en el coche hasta el cuartel de Sant Just, sin explicarle exactamente las razones.

Igualmente, negó que Carlos Benítez le hubiera facilitado armas, explosivos e informaciones escritas sobre posibles objetivos. "Ni tan siquiera conocía a Carlos en aquel momento. Lo he conocido en Alcalá-Meco", indicó.

Tanto Marcelino Canetcomo Sebastián Datzira habían implicado, en sus declaraciones policiales y judiciales tras ser detenidos, a Carlos Benítez y a Carlos Castellanos. Canet justificó estas declaraciones diciendo que se limitó a decir lo que la Guardia Civil quería escuchar. Datzira las justificó por las torturas que, según dijo, sufrió.

Uno de los guardias civiles que testificó en el juicio señaló que el comportamiento de Canet, una vez detenido, fue "fabuloso". Y añadió: "Sin su colaboración nos hubiera sido totalmente mposible encontrar los 'zulos'", en referencia al polvorín hallado en La Bisbal (Gerona).

Carlos Castellanos, detenido en mayo de 1988 en el mismo "campus" de la Universidad Autónoma de Barcelona, negó su pertenencia a Terra LLiure, así como los cargos que se le imputan (tenencia de explosivos) y afirmó pertenecer al partido legal Movimiento de Defensa de la Tierra, de carácter independentista.

Castellanos aseguró haber recibido amenazas de "grupos fascistas" y dijo que su detención se pareció má a un rapto que a una detención legal, pues le taparon la cara con una chaqueta y le tiraron al suelo. "Luego me dijeron que se trataba de la Guardia Civil", indicó.

(SERVIMEDIA)
26 Feb 1991