EL FISCAL PIDE TRECE AÑOS DE CARCEL PARA UN GUARDIA CIVIL POR LA MUERTE DE UN HOMBRE
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El fiscal ha solicitado trece años de reclusión menor para el guardia civil Angel Martínez Azcutia, quién será juzgado este próximo lunes en la Audiencia de Valencia, por la muerte de un hombre en la localidad de Oliva, el 20 e octubre de 1988.
El ministerio fiscal ha calificado los hechos de homicidio, mientras la acusación particular considera que hubo un delito de asesinato y eleva la petición de pena a 30 años de reclusión mayor.
Según el escrito de conclusiones provisionales del fiscal, sobre las 19 horas del 20 de octubre de 1988, se recibió en el cuartel de la Guardia Civil de Oliva una llamada telefónica anónima que alertó del paso por la localidad de un automóvil "Mercedes Benz", de color negro, con los crisales tintados también en negro, en el que, supuestamente, iba oculto un alijo de cocaína.
La Guardia Civil, con la ayuda de la policía local, organizó entonces un dispositivo para interceptar el paso del coche, que, de acuerdo con la misma llamada, debían ocupar tres personas.
El guardia Angel Martínez Azcutia, que formaba parte del dispositivo, se encontraba a la entrada de la localidad de Oliva, en la carretera de Alicante a Valencia, a la espera de que el atomóvil pasara.
Cuando el vehícuo llegó, el guardia civilprocesado y su compañero iniciaron la persecución en un coche todo terreno de la Benemérita.
Los agentes utilizaron las señales luminosas y acústicas, pero, según el fiscal, el automóvil no se detuvo hasta llegar al cruce de las calles Cavall Bernat y Centelles.
Según el mismo escrito delfiscal, en ese lugar, los guardias descendieron, "en una gran tensión de nervios" y el procesado, con el arma reglamentaria desenfundada, gritó: "Alto, Guardia Civil, bajar con las mano en alto".
Angel Martínez Azcutia se acercó al vehículo con la pistola en la mano, ante la pasividad de sus ocupantes. En ese momento, se abrió parcialmente la puerta del conductor, Manuel Correas Bustamante, quién asomó la cabeza sin decir una sola palabra, ni hacer ademán de obedecer a los avisos del guardia civil.
El acusado, al no ver la mano derecha del conductor, pensó que podría atacarles y montó su arma y disparó, haciendo impacto en la cabeza del conductor, quién murió de forma instantána.
El fiscal, además de la petición de trece años de cárcel por delito de homicidio, solicita una indemnización de ocho millones de pesetas para la familia del fallecido.
(SERVIMEDIA)
21 Mar 1991
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