La acusación pública, representada por Carlos Jiménez Villarejo, fiscal jefe del Tribunal Superior, pidió para Nualart dos años de suspensión de todo cargo público y profesión y 200.000 pesetas de mult.

El fiscal considera que el acusado fue "responsable de una negligencia inexcusable en su deber" cuando acudió a un juicio, el pasado 31 de enero, en el que actuaba de abogado de oficio de Bayo, sin conocer con antelación a su cliente. Según el informe, el diputado de IC "se presentó en la sala número 5 de lo Penal con un bolígrafo y papeles en blanco".

Para Villarejo, la conducta de Jaume Nualart fue "omisiva, en perjuicio de su cliente, porque no cumplió con el deber de defenderlo". El fiscal eclaró durante el juicio de hoy, el primero que se celebra en la Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, dada la condición de aforado del acusado, que "un abogado está obligado a conocer lo que piensa el cliente".

Además, Jiménez Villarejo añadió que "por el hecho de ser diputado debe tener un plus de responsabilidad, por encima de los otros ciudadanos".

La defensa de Nualart, representada por el presidente del Colegio de Abogados de Barcelona, Eugeni Gay, manifestó que "n se le dio la posibilidad de ejercer el derecho a la defensa porque, cuando él lo pidió, no le dejaron ver los autos".

Jaume Nualart explicó que se hizo cargo de la defensa de Marcos Bayo en octubre de 1990, porque el abogado que hasta entonces había defendido al acusado cayó enfermo. En aquella fecha, el caso ya se encontraba instruido y únicamente estaba pendiente el escrito de calificaciones de la defensa.

Según el diputado de IC, a pesar de que no visitó a Marcos Bayo, consideró que la informción obtenida tras la lectura de las diligencias era suficiente para saber que pediría la absolución del cliente.

Nualart dijo en el juicio de hoy que entonces creyó "que el tema no era complejo" y que "no hacía falta entrevistarme con el acusado".

A pesar de que el día del juicio contra Bayo el abogado intentó verle en los calabozos para pedirle que negara los hechos que se le imputaban, no le dejaron entrar "por motivos de seguridad", según su propio testimonio.

Antes de que comenzara la vsta, Jaume Nualart pidió a un agente judicial que le dejara ver las diligencias, porque "quería comprobar si habían sido citados a declarar todos los testimonios, ya que no vi a nadie en el vestíbulo".

Tras la negativa del agente, el abogado intentó que la propia jueza que instruía el caso se las dejara ver, pero ésta le respondió que no era el momento adecuado. El diputado solicitó entonces que se suspendiera el juicio "para poder garantizar el derecho de la defensa".

Marcos Bayo, que actualment cumple una condena de 8 años por varios delitos de robo, declaró hoy que Nualart nunca le fue a ver y que "el día del juicio sólo llevaba unas hojas en blanco".

Por su parte, Ana Magaldi, que actuó como fiscal en el juicio contra Bayo, explicó que cuando comenzó a leer el escrito de acusación, el abogado "tomaba notas". Nualart rebatió esta acusación diciendo que "apuntaba ideas para exponerlas más tarde, porque las diligencias ya las había leído antes".

Según Magaldi, otra de las cuestiones queencontró extraña en la defensa de Jaume Nualart fue el hecho de que, "sabiendo que Bayo era toxicómano, el abogado no solicitó una prueba pericial de su cliente".