Tras calificar los hechos como homicidio, en vez de asesinato, argumentando que no hubo alevosía sino abuso de autoridad, la fiscalía solicitó penas de 6 años y un día de prisión menor para Angel Zabala y Ricardo Zorrilla, menores de edad cuando ocurrieron los hechos, y 12 años y un día para Luis Mariano Cabrical e Ignacio Javier Díez. En el informe provisional, solicitó 17 años para los prmeros y 26 para los segundos.

Las defensas de los cuatro acusados se adhirieron a las conclusiones del ministerio fiscal y solicitaron que los jóvenes cumplan su pena en centros de rehabilitación.

En las conclusiones definitivas, la fiscalía, pese a reconocer que los procesados tenían intención de matar, retiró el agravante de alevosía porque el mendigo, Silverio Aragonés, no hizo nada por defenderse ni por huir.

Aragonés, un vagabundo de 55 años, se encontraba embriagado durmiendo en el sueo de la entrada de un local comercial cuando se vió sorprendido por los cuatro jóvenes, que le dieron patadas, causándole heridas que produjeron su muerte.

La fiscalía no solicitó ningún tipo de indemnización ya que no se le conocían familiares a Silverio Aragón ni nadie se interesó por su suerte.