El fiscal hizo esta petición durante el juicio celebrado esta mañana por la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional contra Lerín, al que considera autor de los delitos de daños terroristas y tenencia de explosivos.

Al inicio de la vista oral, durante el turno de primera palabra, el etarra desafió al tribunal y dijo en euskera que no quería participar "en esta farsa".

El acusado aseguró que la Audiencia Nacional "no tiene legitimidad para juzgar a militantes vascos" y pidió a su abogado que no ejerciera defensa alguna. De hecho, Lerín se negó a declarar ante el tribunal.

En el apartado de conclusiones, el fiscal Gordillo aseguró que, el 22 de octubre de 2004, Lerín, junto con otra etarra que se encuentra huida de la justicia, colocó un artefacto explosivo en la puerta de la inmobiliaria Adarra, situada en el centro de la capital guipuzcoana.

El artefacto estaba compuesto por kilo y medio de cloratita y dotado de un sistema de iniciación eléctrico y de un temporizador casero. Sobre el dispositivo, el etarra colocó un cartel en el que se podía leer "peligro bomba, ETA".

El artefacto explotó sobre la una de la madrugada y causó importantes daños materiales en la inmobiliaria, valorados en 2.198,9 euros.

Tras escuchar los argumentos de la Fiscalía y de las demás partes, el presidente del tribunal, el juez Fernando García Nicolás, pronunció el visto para sentencia.