El acusado, para quien el ministerio fiscal pide 14 años, 8 meses y un día de prisión, reconoció durante la vista que había apuñalado a su compañero el 22 de diciembre de 1990 con un punzón fabricado en la cárcel.

Según Francisco Quintanar, fue la misma víctima quien lo llevó a una ceda para pedirle el dinero que le debía por un asunto de drogas. El procesado, condenado en 12 ocasiones, aseguró que el arma era de Mellado y que él sólo intentaba defenderse cuando se la clavó mortalmente.

El testimonio de algunos funcionarios de prisiones confirmó que en la cárcel Modelo se realizaron algunos registros por sorpresa, pero que hacía bastante tiempo que no eran registradas las celdas de Quintanar y de Mellado.

Estas mismas personas declararon asimismo que era de dominio público elhecho de que en la prisión puedan abrirse las celdas con una cuchara, que se compra y se vende droga y que se fabrica cualquier tipo de arma blanca.

La defensa de la Generalitat argumentó que no era posible exigir a la Administración que fuera objetivamente responsable de la muerte de un recluso porque no había habido infracciones en el reglamento, y que en los registros periódicos se utilizan todos los instrumentos de control.

Para los representantes legales de la Generalitat es materialmente imosible registrar por completo y diariamente una cárcel y a todos sus internos.