El representante del Ministerio Público acusa a Gómez González de un delito de daños terroristas con el agravante de disfraz y pide, además de los cinco años de prisión, que el acusado indemnice a la Policía Local de Baracaldo con 4.138 euros.

Según el relato de los hechos realizado por el fiscal, el 5 de enero de 2005, sobre las 19.50 horas, el joven se coordinó con un grupo de personas -que no han podido ser identificadas- para atacar a la Policía Local de Baracaldo "siguiendo las directrices de las organizaciones terroristas Jarrai, Haika y Segi" dentro de la estrategia del terrorismo callejero o "kale borroka".

Portando una capucha para cubrirse el rostro, Gómez González lanzó contra la sede de la Policía Local un artilugio compuesto por un bote aerosol y un cohete pirotécnico que hacía las veces de iniciador, un artefacto que fue calificado por los peritos como "explosivo e incendiario" y que causó importantes daños en las dependencias policiales.

Tras el ataque, el acusado se dio a la fuga tirando los guantes de látex que portaba debajo de un coche, un hecho que a la postre sirvió para inculparle en el ataque a la comisaría, ya que al analizarlos la policía encontró en ellos su perfil genético.

El acusado no fue detenido hasta tres años y medio después, el 17 de agosto de 2007, en el mismo Baracaldo. En el registro practicado en su vivienda, se intervinieron un ordenador en cuyo disco duro se encontraron varios carteles y logos de las organizaciones juveniles de ETA.