La denuncia anónima llegó a la Audiencia Nacional el 8 de marzo de 2004, con una serie de fotocopias de supuestos depósitos bancarios realizados en diferentes entidades suizas a nombre de Carod-Rovira, así como de cargos públicos de su partido y miembros de la ilegalizada Batasuna.

Tras pedir ayuda para comprobar la veracidad de esos depósitos a las autoridades de Suiza, éstas respondieron que los documentos "son falsificados", tienen "membrete falso" y la firma es "inauténtica".

Por esta razón, la Fiscalía de la Audiencia Nacional ha pedido el archivo de las actuaciones y que se deduzca testimonio por denuncia falsa contra las personas que falsificaron dichos documentos y contra las que los presentaron ante la autoridad judicial.