Durante el juicio, Blasco dijo que simpre había sido su intención construir los pisos y que había invertido en el proyecto más de 120 millones de pesetas, dinero que gastó en licencias de obras y en contratos de precompra de los terrenos.

A la vista, que comenzó esta mañana en la audiencia gaditana, asistieron numerosos afectados que no daban crédito a las declaraciones del procesado.

Blasco aseguró que el proyecto se vino abajo porque la empresa que regentaba había construído viviendas para una cooperativa de Puerto Real y la coopeativa se negó a pagar las obras, lo que provocó que la Caja de Ahorros de Cádiz negará un aval bancario necesario para realizar las obras de Chiclana.

Según su versión, otra de las causas que impidieron que prosperara el proyecto es que al ser conocidos estos hechos a través de la prensa, muchos de los interesados en la construcción exigieron la devolución de las cantidades pagadas y rescindieron el contrato.